“Reyes Magos en México: Así Celebrábamos en los Nostálgicos 90s”

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¡Ah, los 90s! Cuando éramos niños, el Día de Reyes era más que una festividad: era un ritual lleno de magia, emoción y risas. Era la culminación de la temporada navideña, ese momento en el que dejábamos nuestros zapatos debajo del árbol con la ilusión de que Melchor, Gaspar y Baltasar nos trajeran ese juguete que tanto deseábamos. Hoy, quiero llevarlos conmigo a revivir cómo se vivía este día tan especial en aquellos años dorados.

Niñas y niños acuden a la Alameda de Toluca para tomarse la foto con ...

La Noche Mágica

Todo comenzaba el 5 de enero. El aire olía a tamalitos y ponche, mientras los más pequeños, como yo, nos esforzábamos por portarnos bien, aunque fuera en el último minuto(la neta). Dejábamos nuestras cartas bajo el árbol de Navidad o cerca de la ventana, junto con un poco de agua y pasto para los camellos de los Reyes. Algunos con muy mala suerte, sentían un gran temor de no recibir lo solicitado en su carta de reyes, pues al momento de enviar la carta amarrada al globo para que llegara al cielo podría caerse del globo, o en el peor de los casos quedarse atorado en algún poste de luz y dejar a la colonia sin servicio eléctrico jajajaja.

Dormir esa noche era un desafío titánico. ¿Cómo pegar ojo cuando imaginabas a los Reyes cargando juguetes en sus enormes sacos? Escuchabas cualquier ruido en casa y jurabas que era Melchor moviendo tus regalos. (Yo incluso alguna vez si llegué a ver la silueta de los Reyes, ¿A poco a ustedes nunca les pasó?


La Mañana del 6 de Enero

Este es el único día en el año en que amanecíamos emocionados antes de que el sol asomara, con el corazón acelerado y los ojos brillando de anticipación. Al correr hacia el árbol, descubríamos que nuestros zapatos estaban rodeados de juguetes. ¡Era el momento más feliz del año! Recuerdo perfectamente mi emoción al recibir mi Trenesito o mis muñecos y dinosaurios de acción de «Jurassic Park».

Para otros, los juguetes más populares de los 90s incluían:

  • Micro Hornito de Hasbro: El sueño de todo chef en miniatura.
  • Mi Alegría: Desde kits de ciencia hasta una fábrica de chocolates. (para los nerds jaja)
  • Barbies y Polly Pockets: La fantasía en formato pequeño.
  • Max Steel y Power Rangers: Los héroes de nuestra infancia.
  • Tamagotchis: La mascota virtual que cuidábamos como si fuera real.
  • Bicis BMX: Porque salir a rodar con tus amigos era la mejor manera de estrenar un regalo.Imagen

El Ritual de Salir a Jugar

Después del desayuno, que seguramente incluía un pedazo de Rosca de Reyes con chocolate caliente, salíamos corriendo a presumir nuestros regalos. Las calles se llenaban de niños con patines nuevos, bicicletas brillantes y muñecas que hablaban al presionar un botón. En mi colonia, los partidos de fútbol improvisados con balones recién estrenados eran la norma. Los más creativos llevaban sus carritos eléctricos para «competir» en la banqueta.

Era un espectáculo de felicidad colectiva. Todos los niños estaban afuera, mostrando al mundo que los Reyes Magos habían pasado por su casa. Y si eras el único con una consola de videojuegos, tu casa se convertía automáticamente en el centro de reunión del día.


La Magia que Nunca Se Olvida

Aunque los tiempos han cambiado y muchos niños ahora esperan tecnología más avanzada, la magia de los Reyes Magos en los 90s era única. Era un día que celebraba la imaginación, la convivencia y la simple alegría de ser niño. Y aunque hoy la nostalgia nos invade, no podemos evitar sonreír al recordar aquellos días en que todo parecía posible.

Por ello, cerraré este blog con la ya tan trillada frase: «Eramos felices en los 90s, pero no lo sabíamos».

Hasta el siguiente blog, amiguitos cósmicos.

Alejandro Polanco.

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